Un estudio muestra crecientes desafíos de salud mental para las enfermeras de primera línea de Covid

El proyecto, llamado CANDID , fue financiado por el Instituto Nacional para la Investigación de la Salud y la Atención (NIHR) y codirigido por académicos de la Universidad de Dundee y la Universidad Napier de Edimburgo.

Encuestaron a más de 400 enfermeras de cuidados críticos (CCN), así como a 200 que fueron reasignadas a cuidados críticos (RDN), en unidades de Escocia, Inglaterra y Gales. 45 también fueron entrevistados en profundidad, y uno describió los turnos de trabajo en medio de la crisis como "como combatir un incendio con una pistola de agua".

La encuesta encontró niveles crecientes de agotamiento entre el personal, en comparación con un estudio similar realizado antes de la pandemia por miembros del equipo con una cuarta parte de las enfermeras que planean dejar su puesto el próximo año. Los encuestados expresaron su preocupación por la calidad de la atención al paciente y la atención reducida al bienestar y desarrollo del personal durante la pandemia.

La investigadora principal, la Dra. Janice Rattray, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Dundee, dijo: “Estos resultados son preocupantes, ya que el agotamiento es contagioso y los síntomas del estrés postraumático no siempre se resuelven por sí solos. El NHS necesita priorizar el bienestar de estas enfermeras.

“Es probable que no abordar el bienestar del personal tenga consecuencias negativas para el reclutamiento y la retención del personal, la seguridad del paciente y la calidad de la atención”.

La investigadora principal, la profesora Diane Dixon, de la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Universidad Napier de Edimburgo, dijo: “Los desafíos que se les presentan a las enfermeras durante la crisis de COVID-19 claramente han dejado preocupaciones duraderas no solo por su propio bienestar, sino también por el propio servicio de salud.

“Es probable que perduren mucho más allá del final de la pandemia”.

CANDID se llevó a cabo entre enero de 2021 y junio de 2022, comparando los resultados de su encuesta directamente con los de investigaciones anteriores en 2018. El porcentaje de enfermeras que informan sobre niveles de angustia psicológica y agotamiento emocional que probablemente tendrían un diagnóstico psicológico si fueran entrevistadas clínicamente más del doble en ese tiempo.

El estudio, que ahora pasará por un proceso de revisión por pares, también midió el impacto en los resultados organizacionales. Cada uno de estos empeoró. Las enfermeras informaron una menor satisfacción laboral, menos certeza sobre su futuro trabajo para el NHS y era más probable que planearan dejar su puesto. Las enfermeras también informaron que tanto la calidad de la atención como la seguridad del paciente habían disminuido.

Aunque no se registró en la encuesta de 2018, un tercio de las enfermeras que respondieron informaron clínicamente sobre síntomas de estrés postraumático. Durante las entrevistas, algunos hablaron sobre el estrés de tratar con familiares que no pueden ver a sus seres queridos en los hospitales, así como una sensación de aislamiento entre los RDN separados de sus equipos habituales.

El estudio recomienda que el NHS priorice el bienestar de los CCN y los RDN, implemente la planificación del lugar de trabajo, los apoye para recuperarse de la pandemia y cree un entorno que les permita prosperar en el futuro.